jueves, 26 de abril de 2012

Profesores

He de reconocer que ser profesor no debe ser nada fácil. A lo largo de mi vida he visto como nuevos profesores aparecen  y otros desaparecen. Más menos, he sido capaz de clasificar a los profesores en cinco tipos. Estos son:
El bueno de siempre: este profesor, se caracteriza por estar siempre por el colegio. Es un profesor muy bueno, pero a la vez muy inocente. Se le puede vacilar tantas veces como se quiera que el profesor se va a tomar lo que le dices como si fuese en serio. A estos profesores se les coge mucho cariño.
El capullo de toda la vida: este tipo parece que no tiene amigos, a donde va crea mal humor, aburrimiento y, aveces, incluso miedo.  Suele ir sólo, y se suelen crear rumores sobre cosas que les ha hecho a los alumnos. Este, es el típico que teniendo un 4.75, te pone un 4. Siempre hay alguno de estos, y los pobres suelen caer un poco mal a los alumnos que nos les conocen de verdad.
El que se ríe en tu cara: con este, los alumnos nos cabreamos mucho, porque se suele mantener una relación mas amistosa en la que el profesor consigue vacilar al alumno, y reírse en su cara. Este profesor cae bien, y crea tendencia, es decir, hace que los alumnos quieran conocerle y llevarse bien con él. Digamos que tiene "don de gentes".
El que no se sabe: con estos hay que tener mucho cuidado, nunca se sabe como van a tener el día. De repente te puedes estar riendo con el, y de repente cabreado. No se suele saber si nos cae bien o no, digamos que cae.
Los nuevos: dentro de este conjunto se pueden distinguir otros dos:
Los que aguantan: estos suelen venir duros y con fuerza, no se dejan vacilar mucho y tampoco hacen demasiadas coñas, se creen muy listos y creen unos niños no van a poder con él.
Los que no aguantan: estos suelen venir muy emocionados, creyéndose que la vida es una película en la que el profesor llega al colegio y los niños están emocionados y son super buenos, entonces él puede dar clase y todos sonríen. En mi colegio no suelen durar más de un año.
Se podrían clasificar muchos otros tipos, pero creo que estos recogen a todos los profesores.
Javier Barrientos García

Los mejores también fallan

Con esta entrada quiero dejar claro dos cosas. La primera, que cualquier jugador de fútbol profesional puede fallar en penaltis después de haber jugado ciento veinte minutos, y con la segunda quiero dar ánimos a mis compañeros de clase para decirles: "aprieta fuerte que hasta los mejores fallan"

Ayer tuvo lugar un partidazo, el Real Madrid contra el Bayern Munich. Algunos tuvimos la suerte de poder ir a verlo, otros lo vieron en la televisión, pero la mayoría lo vimos. Y yo, junto con muchos otros, apoyaba al Real Madrid (¡Hala Madrid!), pero tuvimos la desgracia de perder en penaltis. Tres jugadores del RM ayer fallaron. Cristiano Ronaldo (CR7: el jugador más caro del mundo y reconocido como el mejor por muchos), Kaká (balón de oro) y Sergio Ramos (uno de los mejores defensas del mundo) ayer por desgracia no consiguieron meter la bola en la portería en la cual estaba el portero del Bayern.

Ayer nos dieron el informe de notas, a algunos les fue bien y a otros mal, pero no pasa nada, hasta los mejores fallan casi cuando están al final, el partido de ayer fue un buen ejemplo de esto. Pero el mejor ejemplo se remonta al año 2000. Ese año se disputó el mundial de fútbol, la selección española había conseguido llegar a cuartos de final, el partido estaba casi ganado y le tocaba tirar un penalti a Raul y desgraciadamente fallo.

Con esto me parece suficiente para demostrar, que en momentos cercanos al final... "hasta los mejores fallan"

lunes, 23 de abril de 2012

Lo que hay que oír

Hoy mientras navegaba por twitter me ha llamado la atención una noticia publicada por Antena 3, que decía: "tres borrachos británicos roban un pingüino y nadan con los delfines de un zoo en Australia". Al oír la noticia me he empezado a reír, y al llegar a casa he entrado en Internet y he mirado el resumen de la noticia.

Tres jóvenes británicos que se encontraban de vacaciones en Australia se enfrentan ahora a la justicia del país por irrumpir de noche borrachos en el zoológico Seaworld de Queensland, robar a Dirk, uno de los pingüinos que vive allí, y nadar semidesnudos junto a los delfines. Grabaron todas sus hazañas en vídeo.
Al parecer, los infractores, procedentes de Gales y con edades comprendidas entre los 18 y los 21 años, se acordaron de sus fechorías al despertar a la mañana siguiente, con una enorme resaca, y encontrarse a Dirk pululando por su apartamento, según explica el Daily Mail.
Rhys Jones, uno de los bromistas, ha pedido perdón públicamente en la televisión australiana en nombre de los tres. Jones explicó que, a medida que se dieron cuenta de lo que habían hecho, entraron en pánico y decidieron deshacerse del pobre Dirk en un canal.
La fortuna hizo que podo después Dirk fuera encontrado por dos transeúntes, cuando éste trataba de huir del agua de Gold Coast, en la que hay numerosos tiburones. Dirk ya está de nuevo a su hábitat, y aunque al principio se encontraba nervioso, todo ha vuelto a la normalidad.
La policía dio con los ladrones cuando un amigo de ellos les denunció explicando que habían hablado de su aventura en Facebook.

Lo que hay que oír!

Javier Barrientos García

La sociedad nos corroe

En esta entrada os voy a contar una historia. Espero que la disfrutéis:

Yo era un niño especial, me lo decía mi abuela. Me decía: "Tu vas a llegar muy lejos, con esos ojos y siendo educado vas a cambiar el mundo, solo tienes que tener cuidado con lo que te rodea, porque si no serás uno más." Cuando me lo decía yo debía tener unos cinco años así que tampoco me enteraba de mucho, yo la escuchaba la sonreía, la decía que estaba guapa y esperaba para irme con una buena propina. A medida que iba creciendo fui conociendo nuevas cosas, nuevos amigos, nuevos sitios, nuevas sensaciones, e incluso había días que me ponía a llorar/reír yo solo sin ningún motivo. Pero cuando llegué a la pubertad, ¡vaya edad!, recuerdo que me sentía el rey, pero no me daba cuenta de que en realidad me estaba convirtiendo en otro más.

El mejor ejemplo de esto fue el tabaco, mi padre cuando se enteró de que fumada me gritaba: "es que eres un veleta, ¡eres un niño veleta!". Con lo cual quería decir que no tenía personalidad, que me dejaba llevar. Y es que ahora que lo pienso, tenía toda la razón. Solo porque el resto fumaban, yo también empecé. Otro muy buen ejemplo era el móvil. Cuando se pusieron de moda las "Blackberry", necesitaba una, empecé a buscar, y al final acabé como uno más. Pero lo más increíble es que ni si quiera me gustaban los móviles como ese, pero yo seguía a la masa...

Con esto creo que es suficiente como para demostrar el como la sociedad nos va llevando de un lado al otro haciendo que cambiemos el como somos por como este visto por el resto.


"La sociedad nos corroe..." Javier B.

Antes querido y ahora con ganas de que se esté desaparecido

Yo, como muchos de mi curso, tengo una blackberry. Recuerdo mi móvil anterior a este, un IPhone 3GS de 32 Gb que iba genial. Pero se pusieron de moda las blackberrys, y como para entonces esta tirado conseguir una gratis, me dije a mi mismo: "Bueno, voy a ser uno más", y conseguí una blackberry Curve 9300. Si, lo sé, he sido uno de esos tontos que dejan un IPhone y se pasan a la black.
Al principio, estaba encantado, iba con mi móvil a todas partes agregaba a gente al chat y me pasaba el día hablando por el chat. Llegué a un punto en el que decía mas cosas  vía móvil que en la realidad. Pero a medida que pasaba el tiempo me daba cuenta de que el móvil era un trozo de plástico que no hacía  más que distraerme de mis estudios. Fue pasando el tiempo y buscaba cosas con las que volver a encontrar la alegría del principio, hasta que llegué a la conclusión mi blackberry es una mierda y quiero un móvil nuevo.
La cosa es que no hay manera de deshacerme del que tengo, por esa razón, si alguien está dispuesto a comprarmelo, estoy abierto a negociones.
Javier Barrientos García

miércoles, 11 de abril de 2012

Lo mas profundo que encuentro en mi, hoy.

Una vida rutinaria de estudio y trabajo es básicamente lo que queda de mí.

Deje el fútbol, pero empecé el llamado "chaping". No es un deporte que me atraiga mucho la verdad; no corro riesgos,mis adversarios son invisibles, normalmente estoy yo solo ante los problemas y la equipación necesaria para este deporte, que es la concentración, digamos que no es de mi talla.

Me doy cuenta que me estoy deteriorando físicamente, pero me estoy poniendo cachas del músculo mas fuerte del todo el cuerpo, el cerebro. Ahora soy capaz de enfrentarme a una situación analizarla, plantear una táctica y atacarla por varios puntos. Y además me he acostumbrado a trabajar muy duro y ser recompensado con nada o incluso menos. Pero además se levantarme después de eso y volver a enfrentarme contra ello. Siendo sincero, tampoco estoy tan solo, es mas, me acompañan jugadores muy fuertes. Algunos salen en mi defensa, otros me cogen antes de que me caiga y todos me cuidan las heridas y me animan a seguir luchando.

Aunque ultimamente...

Todo el día siento agobio en esta asignatura agobio en la otra asignatura, escribe un trabajo... Dentro de mí hay agobio. Pero además de eso hay dos cosas en las que siempre pienso cada día. El gran error que he cometido y que no deja de atormentarme cada noche.Lo peor del pensamiento es que se que a pesar de cumplir mi condena, el sufrimiento del disgusto siempre estará dentro de mi. No consigo olvidarme de ello, y la penitencia que cumplo se debe a mi "exceso de madurez". Un error que cometí por dejar entrar a un niño rebelde en el cuerpo de un adulto.


El otro pensamiento que me ataca cada día , prefiero dejarlo para otro momento profundo...

Javier Barrientos García