miércoles, 11 de abril de 2012

Lo mas profundo que encuentro en mi, hoy.

Una vida rutinaria de estudio y trabajo es básicamente lo que queda de mí.

Deje el fútbol, pero empecé el llamado "chaping". No es un deporte que me atraiga mucho la verdad; no corro riesgos,mis adversarios son invisibles, normalmente estoy yo solo ante los problemas y la equipación necesaria para este deporte, que es la concentración, digamos que no es de mi talla.

Me doy cuenta que me estoy deteriorando físicamente, pero me estoy poniendo cachas del músculo mas fuerte del todo el cuerpo, el cerebro. Ahora soy capaz de enfrentarme a una situación analizarla, plantear una táctica y atacarla por varios puntos. Y además me he acostumbrado a trabajar muy duro y ser recompensado con nada o incluso menos. Pero además se levantarme después de eso y volver a enfrentarme contra ello. Siendo sincero, tampoco estoy tan solo, es mas, me acompañan jugadores muy fuertes. Algunos salen en mi defensa, otros me cogen antes de que me caiga y todos me cuidan las heridas y me animan a seguir luchando.

Aunque ultimamente...

Todo el día siento agobio en esta asignatura agobio en la otra asignatura, escribe un trabajo... Dentro de mí hay agobio. Pero además de eso hay dos cosas en las que siempre pienso cada día. El gran error que he cometido y que no deja de atormentarme cada noche.Lo peor del pensamiento es que se que a pesar de cumplir mi condena, el sufrimiento del disgusto siempre estará dentro de mi. No consigo olvidarme de ello, y la penitencia que cumplo se debe a mi "exceso de madurez". Un error que cometí por dejar entrar a un niño rebelde en el cuerpo de un adulto.


El otro pensamiento que me ataca cada día , prefiero dejarlo para otro momento profundo...

Javier Barrientos García

1 comentario:

  1. Error? Disgusto? Condena?
    Los pensamientos negativos dejan de ser pensamientos. Pierden inmediatamente la frescura, ingenuidad y potencia creativa de un pensamiento. Es una contradicción en los términos, además de una alteración en el orden de las cosas. Como una mariposa libre , ganando altura, que al rozar la copa de un árbol se volviese capullo. El mundo al revés. Lo formal antes que lo sustancial. Las palabras por encima de los hechos.
    Los pensamientos negativos cercenan nuestra capacidad, capando nuestra fuerza mental de forma que ésta termina siendo una reducción cada vez más insignificante de lo que fue o pudo llegar a ser. Un triste castratti de voz agudísima y absurda.

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